Pues sí lo odio, odio limpiar hojas. Tenemos un pequeño patio en casa y hemos tenido de todo , césped, plantas que se enredan, un pequeño limonero, bugambillas con pinchos descomunales…Cuando adquieres por primera vez una casa y estás acostumbrada a vivir en piso, el hecho de poseer un pequeño espacio exterior hace que te emociones y te líes a poner plantas como si no hubiese un mañana. Lo inundas todo, las que tengan más flores, las más grandes, que se vean bien es lo importante, sin preguntar si son de hoja perenne o caduca o si requieren mucho mantenimiento…Por supuesto esto es mi experiencia personal, ya que, estoy segura que habrá personas con más conocimientos o más sentido común, que no se dejen llevar por la ilusión de crear una postal de la toscana en su patio, nada más aterrizar en su nueva casa. Así que después de unos años limpiando el patio día si día no, decidimos realizar una obra para en solar y levantar un muro, donde anteriormente había una vaya que separaba nuestra casa de la de mi vecina. Esta separación entre casas, tenía una vaya de alambres cubierta con cañizo y posteriormente con plantas enredaderas, las cuales había que podar cada mes, regar y abonar. Por supuesto en otoño e invierno barrer continuamente la cantidad de hojas que se iban cayendo con el viento. Así que en un ejercicio de minimalismo, me salió mi vena más cosmopolita y me negué en rotundo a poner cualquier tipo de planta que tuviese hojas. En casa ahora sólo pueden entrar cactus. La entrada de la casa sigue teniendo los arriates con enredaderas entre las rejas que nos confieren intimidad, pero es una zona de paso que no está cerca de la piscina y su mantenimiento es más sostenible. Vaaale lo confieso también he querido quitar esas plantas que se enredan por todos lados, que hacen que mi paragua se enganche cada vez que quiero salir de casa pero no he convencido al resto de la familia así que todo no va a ser como yo diga ¿no? El caso es que toda esta larga introducción me lleva a comentaros cual ha sido mi último invento.
Tras un año sin ninguna planta en la parte donde levantamos el muro, nos decidimos a poner alguna maceta grande para darle un poco de color y calidez al espacio, porque es cierto que se había quedado demasiado desnudo este espacio. Así que hace un mes, cuando me disponía a entrar en casa, me fijé en unos señores uniformados podando los altos árboles que hay en el parque de enfrente de mi casa y se me encendió la bombilla y pensé,ya está, pongo esas ramas en una maceta a modo de naturaleza muertapara adornar la parte trasera del patio. Así fue la odisea. Al principio de la mañana mi amiga Carmen que ya me conoce, me vio mirando las ramas y dijo ¿que estás inventando ahora? no me hizo falta explicar mucho, me dijo venga te ayudo y llevamos entre las dos unas ramas a casa. Al rato y después de haberse ido mi amiga, me invadió un tremendo sentimiento de avaricia ¡quería más ramas! y ¡más grandes!, así que salí de casa y le pregunté al señor que cortaba si me podía llevar las más grandes y me miró con cara de pensar que yo debía estar un poquito aburrida pero me dio permiso y allí que fui con mi vena Hulk a llevarme dos pedazos de ramas arrastrando por mitad de la calle, unos troncos de árboles de medidas enormes y llenos de hojas claro. Imaginaros la cara de mi marido cuando entró en casa y vio el patio entero de ramas, menos mal que ya me conoce y tiene fe ciega en mi. Esto como podéis ver es una de las ramas que cuando las podan tienen hojas y ¡miles de ellas!
Con una paciencia increíble me dispuse a quitar hojas, casi tres horas después llené tres bolsas de basura grandes de hojas a mí que tanto me gustan.
Y así quedaron las ramas. Las trasladé a la parte trasera del patio para probar como quedaban puestas de pie tras la aprobación del resto de la familia pensé en comprar dos grandes maceteros de barro pero todo lo que veía en el mercado era bastante pequeño y lo que era mas grande me costaba un dineral.
¿Qué pasa cuando algo cuesta mucho dinero? que le empiezas a dar vueltas a la cabeza para encontrar una solución parecida pero más económica, estaba claro, tenía que ir a Ikea. Y así fue como en la parte de organización de la casa encontré estas papeleras que me encantaron con una capacidad de 40l.
Ahora tenía que sujetar la gran rama dentro del cubo, estuve mirando poner piedras blancas muy bonitas de Leroy Merlín pero me salía muy caro así que de nuevo el coco se puso a dar vueltas y pensé que unos troncos para la chimenea pesan mucho y podían sujetar la rama sin problema. Como la rama es bastante alta tenía que ponerle una base lo suficientemente pesada para que los días de viento no salga volando.
Aquí veis el proceso de como iba llenando el cubo de troncos.
Este ha sido el resultado final, creo que ha quedado precioso y lo he adornado con pequeñas luces que por la noche le dan un aire muy cálido al patio. Las compré en Aldi y son especiales para exterior. Creo que mis árboles tienen muchas posibilidades porque pueden adornarse de diferentes formas a lo largo del año, puedo colgar cositas o ponerles guirnaldas y un sinfín de cosas que me estoy imaginando y que por supuesto iré compartiendo con todos vosotros.
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